Sevilla: el ejemplo claro de lo que es competir
Dar siempre la cara sobre un campo de fútbol no es fácil. Sin embargo, el Sevilla FC ha logrado en los últimos tiempos ser un fiel reflejo de lo que es competir, independientemente del contexto.
La final de la Supercopa de Europa ante el Bayern así lo ha demostrado. El conjunto alemán ha sido un rodillo en su país, y en el viejo continente. No obstante, sudó de lo lindo para derrotar a un equipo sevillista que le puso contra las cuerdas de principio a fin. Es más, pudo amargarle la fiesta en el último momento.
Esto de pone de manifiesto que los éxitos cosechados por el cuadro hispalense en los últimos años no son casualidad. Este club ha sabido lograr una entidad propia, adquirir una filosofía y hacer que todos sus integrantes remen al mismo son, incluso los jugadores. Y esto es, precisamente, lo más complicado, ya que temporada tras temporada las caras del vestuario se renuevan, y los recién llegados han de aprender a pasos agigantados.
La parroquia sevillista debe estar muy orgullosa de su equipo y de ese gen competitivo que incluso muchos de los más grandes no logran mantenerlo en el tiempo.
Autor: Carlos Garrido